En el año 2001, miembros de la tribu de los Herero de Namibia demandaron en los tribunales de Estados Unidos al Deutsche Bank y a la empresa Woermann Line, buscando reparación por el genocidio cometido contra su pueblo entre 1904 y 1907 durante la ocupación alemana del sudoeste de África. Lo mismo hicieron contra el Estado alemán.
La descripción de los hechos con que comienza el artículo que hoy compartimos con ustedes no puede dejar de despertar la curiosidad del lectora interesado en estos temas. A partir de allí el autor -el Dr. Juan Justo- nos introduce con su habitual erudición y fluidez de palabra, en la compleja situación que presentan los litigios en los que se persigue la reparación de violaciones masivas a los derechos humanos.
Justo se interroga sobre si resulta realmente eficaz, disuasivo y válido a la luz de los objetivos declamados por el sistema internacional de DDHH consagrar la «imprescriptibilidad» de los delitos de lesa humanidad pero NO EXTENDER LA MISMA SOLUCIÓN a los planteos que se pretendan iniciar para lograr la reparación patrimonial de los daños producidos por esos delitos.
Respecto de estos y otros temas, nos ilustra el Dr. Juan Justo en el artículo que aquí publicamos. Se trata de una temática que, si bien el trabajo aborda de un modo general sin enfocarlo en algún caso en particular y con rigurosa lógica jurídica, nos toca dolorosamente de cerca a los habitantes del Cono Sur de América. La tesis que Justo postula, contribuiría seguramente en caso de adoptarse, por un lado a hacer justicia con las víctimas de las atrocidades del pasado y, por el otro, a evitar su repetición en el futuro.
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